domingo, 14 de mayo de 2023

Espurgos de domingo III

 Muy buenos días queridas, o no, lectoras del blog en lengua castellana con más faltas de ortografía a esta lado del océano Atlántico.

    Vuelve la sección más deseada y esperada de éste blog y que tenía abandonada desde hace casi tres años.  “Espurgos de domingo”. La sección en la que os aviso de que libros voy a tirar al contenedor de papel y os doy la oportunidad de quedároslos y que tengamos una excusa para vernos. Puede que penséis que esto tiene un punto de tirar de chorbo agenda en plena crisis de los cuarenta, que podría ser, pero si al final el libro no os gusta os lo vais a quitar de encima con bastante más facilidad que esas cándidas que pillasteis en vuestra juventud y que regresan de manera regular pese a que ya no recordéis ni quien tocaba en aquél concierto, ni la cara y el nombre de quien os las obsequió.
    
    Así que si te importan un pimiento los libros de los que me voy a deshacer o, más creíble aún, pasas una mierda de verme el jepeto aunque te mueras por esa edición única de las obras completas Agapito O' Hara Quintanilla editadas en rústico y con grabados, puedes dejar de leer aquí. Gracias por haberlo intentado.

    Hoy os traigo una selección interesante de libros. Puede que no desde el punto de vista del lector medio pero si desde el punto de vista del estudiante de psiquiatría que hace la tesis sobre mi.

    - Homicidio, de David Simon. Si, uno de los guionistas de The Wire y otras joyas televisivas. Tiene una descripción impagable de una calurosa noche de verano en una sala de descanso entre el personal de guardia de un servicio de emergencias. Solo por eso lo he guardado durante años pero ha llegado el momento de dejarle ser libre. Por lo demás, pues como ve un periodista joven, durante un año haciendo de rémora, el funcionamiento del departamento de homicidios de la ciudad de Baltimore.

            - La vida exagerada de Martín Romaña. Éste libro me lo recomendaron en menos de un mes, por parecerles fascinante, un fundador de Traficantes de Sueños, un fundador de Klinamen y uno de la Casika de Móstoles. Si no os parece suficiente sois como Jon Nieve y no sabéis nada. A mi no me pareció para tanto, aunque me reí.

            - Malta, gozo y comino. Hubo un tiempo en que yo no manejaba Internet con fluidez y preparaba viajes que nunca realizaba porque siempre acababa comiendo pupusas y hamburguesas del Wendys en El Salvador. No obstante yo seguía soñando y comprando guías como ésta para viajes que, como me daba miedo viajar solo, nuca realicé.

      - El nacimiento de nuestra fuerza. Víctor Serge es, para mi, uno de los autores que más perplejo me dejan. Cuando habla de política y la revolución, incluida su vida, parece que te metes en una novela que te atrapa de principio a fin. Cuando escribe novelas sobre revolucionarios es como si lo contara el ex presidente de la Generalitat José Montilla, el hombre que de haberse presentado a un concurso de gracia contra una losa de mármol hubiese salido derrotado. Está ambientada en la Barcelona de 1917.      

     - Petros Markaris. Si, es un autor y no un libro, lo se. Pero es que regalo seis novelas y una guía de Atenas escrita por el. Son casi todas sus novelas negras del comisario Jaritos. Generalmente se trata de historias en las que especuladores, políticos corruptos, inversores sin escrúpulos, empresarios, etc, mueren a manos de gente que les odia por como se ganan la vida. Al final siempre pillan a los buenos pero es que supongo que si no nadie le editaría las novelas.
No hace falta quedárselas en lote, solo las que queráis.

    - Fin de ciclo, de Emmanuel Rodríguez e Isidro López. Perteneciente a la colección Insomnios, perdón, Útiles, de Traficantes de Sueños es un libro que sacaron para analizar la crisis económica del 2009 y tal. Ésta el la versión larga porque, si no me equivoco, magnánimos ellos, sacaron una versión para mortales mucho más resumida, con recortables y páginas para colorear. Yo, soberbio que soy, me compré la edición para listillos y creo que la entendí.
Ahora que la crisis vuelve de nuevo es un clásico digno de releerse. Garantizo que mi ejemplar va sin manchas ni restos de comida.

    - El libro rojo de Yomango. Titulo de principios de siglo que explicaba como robar en supermercados y grandes superficies y que animó a muchos jóvenes a usar triquiñuelas para vivir sin trabajar. No es de extrañar que muchos de los fans de este libro hayan terminado de diputados o asesores en partidos políticos.... Ahora que lo pienso creo que debería prenderle fuego.

    - De la guerra. Clásico básico de la filosofía militar desde su publicación en el siglo XIX. Probablemente esté, junto a El Capital de Marx y La riqueza de las naciones de Adam Smith entre los libros más citados y, a la vez, menos leídos por quienes los citan. Se trata de una edición cubana de 1975 en un solo volumen que me traje de La Habana cuando el libro aquí era imposible de encontrar. Desde que el ministerio de defensa lo reedito hace unos años, en dos tomos y con letra para viejunos, no lo necesito. Solo una advertencia, sirve de poco para ganar más a juegos de estrategia de ordenador o tablero.

    - Spirit of 69. No, no es una oda a la postura más sobre valorada del Kama Sutra. Se trata de un libro en inglés sobre la cultura Skin Head. Se lo dejó en mi casa la única skineta con la que me conseguí liar en mis años en activo. Y no, mal pensados, no he montado todo este post para llegar hasta ella con este libro. Dejo de ser rapada, que no amiga, y ya no lo quiso.


    Termino diciendo dos cosas. La primera,se que no estoy demasiado gracioso hoy, pero entre que tengo anginas y estoy en vísperas de un mal aniversario, no doy más de si. Y la segunda es que dentro de tres semanas hacemos mercadillo de libros en el barrio, para sacar pasta para mi asociación de niños sin papeles, invertidas y de  género confuso, así que lo que no hayáis pedido para esa fecha lo venderemos para seguir financiando la decadencia de la cultura occidental. Dicho queda.