miércoles, 19 de junio de 2019

Las alacranas campeonas

Hace unas semanas publiqué este texto sobre el quipo cadete femenino de la Asociación Alacrán 1997 en facebook. Como algunos de mis amigos no estáis en esa red social pero si leeis este blog, os lo cuelgo aquí para que, si os apetece, le echéis un vistazo.

Hace poco menos de un mes Miguel Ezquiaga publicaba un articulo en El País sobre el equipo femenino de Alacrán, concretamente sobre el de la categoría cadete.
Este equipo, con tan solo dos años de andadura, ha pasado una temporada bastante dura.
Debido al poco interés que suscita el deporte femenino, como cualquier otra cosa relativa a quienes no ostentan el privilegio de género, estas muchachas han pasado una temporada entera mezcladas con equipos, muchos, de mujeres dos y tres años mayores que ellas. Se han encontrado polideportivos cerrados, horarios absurdos y hasta en tres ocasiones los arbitros (siempre hombres, muchos de ellos instalados en la más absoluta indolencia) no se han molestado en aparecer. Además, desde el minuto uno, ante las quejas del equipo técnico, compuestos por dos mujeres y un hombre, la respuesta del gestor municipal fue "que había que ver, que este equipo daba más trabajo que todos los equipos de chicos juntos".
No es nuevo. Las mujeres futbolistas estan habituadas a los horarios más tardíos en invierno y, paradojicamente, los horarios de mediodía en verano. A que los arbitros paseen por el campo y les piten como si fuesen domingueros mirando a las ovejas en el campo o que les apaguen los focos a mitad de partido pensando que ya no queda nadie en el polideportivo, entre otras lindezas.
No quiero ni imaginar que pasaría si un gestor deportivo municipal permitiese semejante desdén en polideportivos y arbitros en las ligas masculinas. Rectifico, ni siquiera soy capaz de imaginar a un gestor municipal que no se tome en serio las ligas masculinas.
Ayer este equipo de adolescentes luchadoras, tras un partido de infarto, en los penaltis, y tras desperdiciar una ventaja de dos a cero, eliminó a las campeonas de la liga y se clasificó para la final del torneo primavera.
Hoy, a las ocho y media de la mañana, después del esfuerzo de ayer, de haber pasado toda la tarde del sábado en otro torneo y de haber renunciado (o no) a ir a las fiestas del barrio me las he encontrado calentando en la puerta de un polideportivo, cerrado, para la final que empezaba a las nueve.
Ha sido un partido muy intenso. Muy disputado. Subjetivamente siento que nuestras chicas han jugado bastante mejor contra las segundas de la liga.
Me ha fascinado ver, en un partido, lo que han mejorado en estos dos años de esfuerzo duro y trabajo constante no solo para aprender un deporte, sino para derrotar todas las dificultades institucionales, formales e informales, que les niega el derecho no solo a jugar, sino también a ser respetadas por ello y en ello. No soy su entrenador pero las sigo de cerca y voy a sus entrenamientos a menudo. Se como se lo curran y los problemas, de grupo e individuales, que han superado estos dos años. Asistidas tan solo por unas entrenadoras, que como ellas, aprenden sobre la marcha no solo de futbol, también de psicología practica.
Lo han dado todo. Como siempre.
El momento más emocionante, para mi, ha sido cuando a una de nuestras capitanas la han derribado, por segunda vez, en pleno contra ataque, sola ante la portera, y ha caído de morros al parquet haciendose bastante daño.
La grada, nutrida de familias, ha rugido entre quienes veían falta y no veían nada. Por un momento parecía que el bochorno de progenitores que le roban el protagonismo a la cancha iba a repetirse. Ignorando la decisión arbitral, y consciente que de la magullada capitana estaba bien atendida por entranadoras y compañeras, una de las alacranas ha cruzado todo el polideportivo, desde su banquillo, y se ha plantado delante de uno de los chillones, su padre. Le ha llamado al orden. Cuando éste ha intentado protestar le ha cortado en seco y le ha ordenado de manera cariñosa pero contundente que se callara. Se ha dado la vuelta y se ha ido al banquillo.
No es casualidad. En Alacrán, en su consejo de adolescencia, en la organización de los campamentos y de actividades de formación y ocio esta joven y otras muchas de los equipos cadete y senior hace tiempo que llevan la iniciativa y que nos enseñan, día a día, otra forma de trabajar y construir comunidad.
Mientras las veo jugar y organizarse se me olvidan mi pesimismo vital y político, el teatro de mala calidad que ofrece la casta política (de nuevo o viejo cuño) de este país y hasta el resultado del partido. Y pienso que quizá no estaban tan equivocados aquellos que afirmaban, en otro contexto, eso de que nuestro día llegará.
En el peor de los casos encaro el día con alegría y el futuro con un poco más de optimismo, pese a mis renuncias de ayer.
Os enlazo, una vez más, el mentado articulo.
Un abrazo a todas y buen domingo a tod@s.


Ah, no se me olvidaba, han ganado el torneo



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